El Arte Destaca Divisiones en la Colonia Guadalupe

México tiene una larga y diversa tradición de arte público que inspira y enriquece a nuestras comunidades. Lo mejor de esta arte nos obliga a mirarnos a nosotros mismos y a nuestro mundo de una manera nueva. Definitivamente es eso lo que sucede en la Colonia Guadalupe, donde, a razón de los murales, un conflicto se ha estado gestando por años. Hace unas semanas, algunos se hicieron visibles en las redes sociales, sugiriendo que el gobierno u otras fuerzas secretas y nefastas estaban tratando de destruir el proyecto de los murales. Después de investigar, no encontramos absolutamente a nadie que quisiera quitar los murales. Aun así, el arte está obligando a los residentes a reconocer los cambios dentro de su comunidad y a enfrentar los retos juntos.

Hasta hace poco, como la mayoría de San Miguel, la Colonia Guadalupe era un vecindario muy tradicional centrado alrededor de la iglesia y sus muchos huertos. Hace unos años, el vecindario comenzó a crecer debido a su popularidad entre los extranjeros, la proximidad al centro y la seguridad. Los edificios más antiguos fueron derribados para dar paso a casas nuevas. Los huertos fueron gradualmente consumidos por nuevas tiendas y restaurantes. En 2012, una estadounidense llamada Colleen Sorenson, comenzó el proyecto Muros en Blanco para coincidir con el Festival de Calaca. Ella trajo artistas de grafiti de todo México para expresarse en las paredes de la colonia. El primer festival contó con mucho apoyo y la asistencia de gente de todo el pueblo. El ambiente era emocionante, creativo y divertido. Parecía que todos estaban a favor del proyecto, pero en los últimos meses y años, la actitud general ha cambiado. Parece que gran parte de este cambio se debe a la falta de comunicación entre los recién llegados y los que han establecido sus hogares en la Guadalupe por generaciones. Mientras que a muchos recién llegados les encanta la idea de un distrito artístico moderno y “hip,” algunos de los residentes mayores se sienten incómodos con los murales y lo que representan. Además, muchos se ofenden por la publicidad de Muros en Blanco que afirma que la Colonia era de “alto riesgo” y se caracterizó por “robo, vandalismo, drogadicción y abandono”, incluso se ha llegado a mencionar que los organizadores han creado divisiones dentro de la comunidad. Todo esto se ha estado gestando bajo la superficie durante algún tiempo.

A principios de este año, debido a la crisis de seguridad, muchos vecindarios de San Miguel organizaron grupos de Whatsapp y comités de vecindarios para mantenerse informados y ayudarse mutuamente. Guadalupe fue la colonia más efectiva en la ciudad en organizar bloque por bloque. Cuando los vecinos se conectaron, los murales surgieron como un tema de preocupación y comenzaron las conversaciones entre los residentes sobre el futuro del proyecto. Esas conversaciones llegaron a un punto crítico hace unos meses cuando el gobierno ofreció volver a enlucir y pintar 200 casas. Muchos de los que aplicaron, tenían murales que no les gustaron o que se habían deteriorado. Esto provocó el pánico en las redes sociales entre aquellos que tenían la impresión errónea de que el proyecto mural estaba bajo ataque. Pero, de nuevo, nadie quiere terminar el proyecto. Es muy entendible que Muros en Blanco quiere proteger lo que empezaron, pero el comité de la Colonia opina que los vecinos deberían tener mas influencia. En realidad, solo hay dos inquietudes que les gustaría abordar: el mantenimiento y la temática de los murales.

Los murales son por naturaleza efímeros; su deterioro es inevitable por su exposición a los elementos. Por eso parece que nunca hubo un plan para el mantenimiento a largo plazo. Pero muchos vecinos se quejen de cómo se ven desvanecidos. ¿Deben ser retocados y restaurados regularmente? ¿Quitados después de cierto tiempo? El tema se complica por la cuestión de la propiedad. Parece lógico que un mural en propiedad privada pertenezca al dueño de la propiedad. ¿Pero son los propietarios responsables de pintar sobre una obra que se ha deteriorado o que no les gusta? ¿Los artistas tienen derechos sobre lo que sucede con su trabajo? ¿Muros en Blanco? Estas son preguntas que el comité de vecinos está analizando.

La temática de los murales es un tema más complicado. A muchos residentes de Guadalupe simplemente no les gustan algunos de los murales. Otros los encuentran confusos. Algunos dicen que hay demasiados. Escuchamos el término “contaminación visual” usado muchas veces. El arte es altamente subjetivo y el buen arte debe ser provocativo. Pero, aunque nos encanta la idea de que los artistas tengan una rienda libre para expresarse y nos preocupa la idea de poner límites al arte, tal vez sea necesario que haya algunas pautas cuando se trata del arte público. El comité de vecinos está analizando la idea de un tema unificado, tan amplio o estrecho como los residentes elijan, igual que en ciudades como Tepoztlan. Un tema podría ser la historia de San Miguel o, más específicamente, la historia de la Guadalupe y la Aurora. Otra idea es seguir el tema de los nombres de las calles. Un tema puede ser También están buscando un posible esquema de color. Han presentado muchas de sus ideas a Muros en Blanco y esperan llegar pronto a una visión compartida del futuro.

San Miguel ha crecido muy rápido, y el cambio es difícil para todos nosotros. La población hace cien años era menos de 7000 personas. Los que han llegado en los últimos años y décadas provienen de todo México y el mundo. Traen consigo diferentes visiones de cultura y comunidad. En el Observatorio creemos que, a través de negociaciones abiertas, honestas y de buena voluntad, los residentes, el comité de vecinos, los grafiteros independientes y Muros en Blanco pueden elaborar un plan para mantener la tradición del arte público que continuará inspirándonos a todos.

 

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